Esoterismo en el Rio de la Pata

Es frecuente al leer la palabra esoterismo, se nos venga a la memoria aspectos de una oscura filosofía o tratado de conocimiento relacionándolo con aspectos éticos o principios morales o vaya a saber qué, a grupos que realizan ritos que despiertan todo tipo de imaginación. Pero cuán lejos estamos de esa realidad. Simplemente el termino esotérico significa; “la doctrina que los filósofos de la antigüedad comunicaban a un corto número de discípulos”. Por lo cual la idea pues es encontrar ese aspecto y pasar a ser uno de esos privilegiados, que tienen el conocimiento de los oculto, convertirnos en un iniciado en estos saberes. ¿Dónde se halla lo oculto? En nuestro alrededor, en nuestra vida cotidiana. En una plaza, en un monumento, en un edificio, en las iglesias, en los cementerios, etc. Por ello sin pretender ser un especialista, ni transformarnos en un guía, podemos recorrer algunas de las ciudades de nuestro país, como Montevideo, San José, Nueva Helvecia, Dolores, Guichón, Paysandú, Salto, Piriápolis, en fin no hay pueblos, ni ciudades que no encontremos elementos y maravillarnos al comprobar que en todas existe un patrimonio esotérico. Tampoco este es patrimonio exclusivo de Uruguay. Es por ello que en este derrotero también nos llevó a recorrer lugares de la ciudad de Buenos Aires, La Plata, Concepción del Uruguay. Y es así, como queda oculto a nuestros ojos el símbolo, cuyos secretos son revelados a quienes tienen las claves. Todos es símbolo, debemos de tener las claves para analizar e interpretar los mismos. Es en los senderos del árbol de la cabalá, magníficamente expresados en el cristianismo, en el rosacrucismo y en la masonería. ¿Qué papel juega en todo esto la alquimia, lo templario? ¿Cuántos misterios dejaron Piria, y Pittamiglio? Esto es un desafío para el lector, el comenzar un camino con otra mirada, el agudizar la vista y ver que lo cotidiano nos estaba hablando, al oído, en secreto, nos invita a conocer a vivenciar; susurrándonos las palabras de sabiduría que ha permanecido entre los hombres a la vista de todos pero bajo la llave del esoterismo o del iniciado.