Orientales. Una historia política del Uruguay. Tomo 3

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Treinta y tres años transcurrieron entre 1938, cuando comenzó la presidencia de Alfredo Baldomir, y la elecciones de 1971. Treinta y tres años en cuya proteiforme peripecia el Uruguay vivió los que fueron tal vez los momentos más eufóricos y esperanzadores de su historia, para ingresar casi abruptamente en el período más oscuro. El lapso que aquí se aborda comenzó con los coletazos de la crisis capitalista de 1929 para abrirse a un período expansivo que la sociedad registró como destinado a eternizarse, pese a las hurañas advertencias de la «generación el 45». Fueron los años del «neobatllismo», signados por la prosperidad económica, la llegada del último flujo de inmigrantes, las leyes avanzadas y la forja de un modelo social que se exhibía ante el mundo como ejemplo de integrada cohesión. A partir de mediados de la década del 50, el juego caleidoscópico de factores diversos derivó en una inesperada decadencia de la que el país nunca más se recuperaría totalmente: la reflejó incluso el lenguaje, y los orientales debieron familiarizarse con términos «tercer mundo» o «subdesarrollo»; el optimista «Como Uruguay no hay» devino «El último que apague la luz». A través de las páginas de este libro desfilan los años satisfechos: el Graf Spee, el retorno del batllismo al gobierno, la búsqueda de petróleo del padre Améndola, la victoria histórica de Maracaná, el Poder Ejecutivo colegiado, el tesoro de las Masilotti y tantos hechos de un país risueño y sonriente. Y también el tiempo de los sueños rotos, con la alternancia de los partidos en el gobierno, la culminación del proceso de unidad sindical, el surgimiento de la guerrilla urbana, la intolerancia y la violencia. Pasan así, como sombras de un ayer que a veces parece tan lejano y a veces tan próximo, los líderes que enfrentaron aquella metamorfosis: Luis Batlle Berres, Arismendi, Vivián Trías, José D´Elía, Nardone, Fernández Crespo, Wilson Ferreira Aldunate, Raúl Sendic, Líber Seregni y Jorge Pacheco Areco, entre otros muchos. Forjadores todos de la realidad que, con su inevitable carga de frustraciones, heroísmos y esperanzas, transitamos en la actualidad.