DERECHO DE PATALEO

DERECHO DE PATALEO

 

Según la Real Academia Española, en su

Diccionario de LA LENGUA ESPAÑOLA, el título

corresponde a “Desahogos o quejas inútiles del

que ha sido contrariado en sus derechos o

aspiraciones

Permítasenos establecer una diferenciación

dentro del Derecho de Pataleo.


Dos personas reaccionan ante la afectación de

parte de sus ingresos con ajuste a la definición

del citado Diccionario. Ahora bien, mientras una

de ellas se movilizó a todo nivel haciendo oír sus

razones con planteos y entrevistas, beneficiando

a los de su clase, la otra permaneció pasiva e

inoperante; entonces: ¿Quién tiene más derecho

al Derecho de Pataleo?

Los desahogos quizás contengan las mismas

palabras, algunas más fuertes que otras, pero

las quejas del que se movilizó (y se moviliza),

que luchó (y que lucha) con los medios que tuvo

y que pueda tener a su alcance, que apoyó y

apoya no son inútiles, son para siembra de

principios en defensa de nuestros derechos. Esa

persona tiene muchos nombres, tantos como los

de los socios que ya no están y como los de

quienes en la senda vamos. SOMOS AJUPE.

 

Han sido múltiples las gestiones en defensa de

nuestras jubilaciones y pensiones que han

realizado las distintas directivas de AJUPE.

Comenzaron en el año 2001 cuando se pusieron

de manifiesto las dificultades de orden

económico de la Caja Bancaria.

Podemos sí destacar la opinión del Dr.

Washington Bado, ex Asesor Letrado Jefe de la

Caja de Jubilaciones y Pensiones

Bancarias y

 

actualmente integrante de la Sub-Comisión de

Seguridad Social de nuestra Asociación respecto

al Proyecto de Ley propuesto con fecha

12/12/2001 por el Consejo Honorario de la Caja,

conteniendo modificaciones en la normativa

vigente en esos momentos, donde destacábase

obviamente una contribución del pasivo del

orden del 4%. “… nos parece un contrasentido

que se pretenda gravar a los propios jubilados.

Esto haría que fueran los propios sujetos de

seguridad, que la reciben como contrapartida de

la aportación de toda una vida de trabajo, los

que contra toda lógica paguen por un

desequilibrio que no han generado y que se

puede resolver gravando, tal como corresponde,

la operatividad de un negocio demostradamente

próspero como el de la actividad financiera y que

a la vista de todos crece en sus servicios cada

día.”

 

Lo ideal era un gravamen a la actividad

financiera del 5 por diez mil sobre los importes

de las transacciones, operaciones o prestaciones

de servicios que realicen las empresas,

instituciones o entidades afiliadas a la Caja.

Pero la “actividad financiera” es muy poderosa, y

quienes la defiendan también; y llegan hasta los

más altos niveles.

Y así, en el transcurso de un “tira y afloje”,

demoras e indefiniciones llegamos a los primeros

descuentos en nuestras jubilaciones y pensiones

por la Ley 17.841, por la cual, a partir de

Noviembre de 2004 comenzamos a aportar

nuevamente a la Caja, pero ahora como

jubilados o pensionistas, consolidándose tal

condición pero con severas alícuotas que

establece la Ley 18.396 de 24/10/2008 (Reforma

de la Carta Orgánica de la Caja de Jubilaciones y

Pensiones Bancarias).

Siguiendo el análisis que periódicamente hemos

realizado en los ejemplares de la revista,

concluíamos que entrado este ejercicio 2012, YA

COMPLETAMOS CON ESTA LEY 18.396 EL

EQUIVALENTE A UN AÑO ENTERO, CON DOCE

JUBILACIONES O PENSIONES (sin intereses) A

LA CAJA BANCARIA.

CON ESTA LEY Y LA 18.314 (IASS – IMPUESTO A

LA SEGURIDAD SOCIAL) NOS HEMOS

TRASFORMADO EN LOS ÚNICOS JUBILADOS Y

PENSIONISTAS CON DOBLE APORTACIÓN: A

NUESTRA CAJA Y A LA AJENA (EL BPS).

En números redondos y para tener una idea

aproximada, finalizado el ejercicio 2011, es decir

durante estos últimos 7 años cada jubilado o

pensionista bancario, por ambas Leyes aportó

(también sin intereses) una determinada suma

que estaría intercalada entre las siguientes

cifras: $ 350.000.-, o $ 450.000.-, o $ 600.000.-,

o $ 750.000.-, o $ 1.000.000.-, o $ 1.300.000.-,

o $ 1.700.000.-, o mas aún.

Teniendo en cuenta que nuestro aporte a la Caja

comenzó en Noviembre de 2004,

aproximadamente el 60% de cada una de esas

cifras aportadas ha sido para ella, mientras que

aproximadamente el 40% fue para el IASS.

No es necesario transcribir el Artículo 67º de la

Constitución; sabemos lo que expresa y para

que fue creado. Su texto no supera los 28

renglones, y está bien claro, sin lugar a dudas,

NO OBSTANTE, UNA SENTENCIA QUE INSUMIÓ

MAS DE CINCUENTA FOJAS, INTERPRETÓ QUE

ERA VÁLIDO AFECTAR NUESTRAS JUBILACIONES

Y PENSIONES.

ERAN LOS TIEMPOS DEL APODO DE “VIEJOS

PLATUDOS”. CONVENÍA “CLASIFICAR” DE TAL

FORMA A UNOS MILES ANTE CIENTOS DE MILES

SUMERGIDOS (DE PASO SEGUROS FUTUROS

VOTANTES) PARA QUE SE VIESE “COMO SE

DEBE HACER JUSTICIA” “TIRANDO PA’BAJO”

(NUEVA EXPRESION AL ESTAR YA EN DESUSO O

IMPRACTICABLE, SALVO EXCEPCIONES,

AQUELLO de “sean los orientales tan

ILUSTRADOS”) Y ASÍ SE PROCEDIÓ; PERO LOS

SUMERGIDOS SIGUEN SUMERGIDOS.

Seguimos adelante como siempre, con tozudez,

contra las “RAZONES QUE HINCHAN LAS VENAS”

– lo que no es bueno para la salud a nuestra

edad – y que el gran Atahualpa Yupanqui ni

imaginó que podría ser aplicado el mensaje de

sus coplas a nosotros, los jubilados y

pensionistas bancarios; y más aún porque,

cuando comenzamos a recibir críticas con saña,

en audición radial que contratamos, (no obstante

el costo que insumió) intentamos lograr mayor

difusión de nuestra gestión en defensa de

nuestros ingresos, manifestando que lo que se

estaba llevando a cabo era una verdadera

“cacería” al jubilados y pensionista bancario.

Por lo que se ve, también le están “cayendo” a

los activos. ¿SON LOS PRIMEROS PASOS PARA

“MANDAR PA’BAJO A “ESTOS” QUE GOZAN LA

ESCALA DEL BURRITO? (EXPRESION QUE SE

ASEMEJA POR SU ESTILO CUANDO NOS

APODARON “VIEJOS PLATUDOS”) ESO LE GUSTA

A “LA MASA” (mensaje para posibles votantes

que ignoran o no les importa que una gran

conquista fue la G.E.P.U. (GRADO ESCALA

PATRON UNICA). Se llegaba a obtenerla, o

mejor dicho merecerla, cuando se triunfaba en

concursos de ingreso muy disputados. (Era y es

Ley natural prepararse y ser competente para

acceder a cargos mejor remunerados por

pertenecer a empresas (bancos) del sistema

financiero, las cuales casualmente han obtenido

ganancias superiores a los mil quinientos

millones de dólares en los últimos años del

período 2002 al 2011.

Culminamos aquí lo pertinente al título.

Se ha desarrollado un panorama poco favorable

para acuerdos a nivel de activos.

No corresponde involucrarnos en temas de ellos,

ya sea en la áspera situación interna como la

gestión para defender sus conquistas; pero es

obvia nuestra inquietud porque el momento de

gran tensión que se está viviendo puede

desembocar en perjuicio al disminuir los aportes

a nuestra Caja.

La conclusión es clara: si el bancario percibirá

menor retribución también será menor su aporte

a la Caja. Y si ello llega a suceder, el complejo

articulado por la Ley 18.396, tan estricto en los

porcentajes de las disponibilidades económicas

de nuestra Caja, podría actuar como “celoso

gatillo” y posponer, dilatando nuestra

expectativa de un margen favorable. Y ello

significa espera, y la espera insume tiempo y,

como lo expresamos en nuestra revista cuando

se aprobó esta Ley, nuestro enemigo es el

tiempo.

Otro motivo de preocupación lo constituye el

actual panorama de la actividad forestal, con

una pronunciada caída en el último trimestre del

2011 del precio de la celulosa que se situó en

400 dólares la tonelada como consecuencia de la

crisis europea, y el problema que se presenta

también para la colocación de la madera

aserrada dado la baja en la actividad del

mercado de E.E.U.U., principal comprador.

Miguel Brasseco