HUGO

 

 

 

Relatos de vida


“Hugo”

 

Fue bondad, tolerancia, sabiduría, de nacionalidad italiana según sus vivencias, de pequeño vivió una primera guerra, donde el hambre, las carencias, aportaron a todas las poblaciones, sufrimientos, miedos, limitaciones físicas y emocionales en Europa.

Su vida siguió desarrollándose en un mundo de recuperación social, económica y síquica.

Cuando transitaba su edad media de joven; estalló la segunda guerra mundial y tantos jóvenes como él decidieron hacerse carrera en la curia.

Según Hugo era una forma inteligente de eludir la presentación en la guerra.

Su transcurso en ese internado según su versión, fue muy sacrificada; especialmente en el cumplimiento del “Celibato” ya que para jóvenes que venían de una vida libre; el internado con tanta disciplina era sacrificado de sobrellevar.

Todos conocemos las condiciones de la Iglesia CATOLICA siempre fueron en aquellas épocas nefastas y torturantes.

Igualmente Hugo prefirió este “Claustro” y no la guerra.

Su consuelo era la compañía de uno de sus hermanos de familia quien también ingreso en la Curia en Roma.

Creo que también de esta forma los hermanos se aseguraban techo y comida para sobrevivir.

Así transcurrió su juventud en los “Claustros de ROMA”; donde muchos hermanos lograron llegar a Cardenales.

Pero Hugo al llegar a este grado en su carrera religiosa; ya era maduro pero no quería continuar su claustro.

De acuerdo a su explicación, en tiempos de guerras europeas todo era muy confuso; así que el decidió huir através de las “Catacumbas”.

No tengo con exactitud como lo hizo; pero sí que llegó a Perú. Allí se instaló por  un tiempo: pero sin su investidura religiosa; sólo siguió viviendo en carácter de ciudadano civil.

Allí; conoció a Ángela, una señora judía que tenía cuatro hijos y había huido de la guerra también.

Comenzaron una vida de pareja con los cuatro niños a su cargo; decidieron viajar a Uruguay e instalarse en Balneario Lagomar. Hugo con toda su capacidad intelectual adquirida en la Curia; logro desarrollar tareas en su carácter de corredor de seguros; mientras que Ángela se dedicó a confeccionar “mallas de baño”, además de cuidar a sus jóvenes hijos.

Ellos construyeron ese “nido de amor” como una familia aunque nunca se casaron.

Pasados los años; Ángela pasó a otro plano: y Hugo quedó al final de su vida “solo”.

Esos hijos adoptivos crecieron y construyeron sus propias vidas: pero siempre amaron a ese “padre adoptivo”.

Hugo poseía esa capacidad tierna; y dulce; amaba sus plantas; realizaba “injertos” en los árboles frutales de su terreno de maravilla.

Todas las enseñanzas que recibía en su tarea de “sacerdote” le permitió una vida placentera. Era inteligente; sabio; su presencia tenía ese toque “mágico” que poseen las personas que han practicado una vida espiritual  muy cercana a Dios en la tierra.

Se veía en su persona esa “aura” de humildad; de alguien que poseía una cultura desarrollada; gran comprensión hacia sus iguales y mucha serenidad en su rostro.

 

María Noel Lascano