EL HOMBRE DE MARZO, LA BUSQUEDA (TOMO 1)

$0.00

«Preveo que este libro escandalizará o desilusionará, será despreciado o causará escozores varios a unos cuantos lectores, sean tirios o troyanos.

Por desgracia, unos cuantos seguirán pensando que he asumido ingenuamente la defensa de un reo irredimib

SKU: 7906 Categorías: ,
«Preveo que este libro escandalizará o desilusionará, será despreciado o causará escozores varios a unos cuantos lectores, sean tirios o troyanos.
Por desgracia, unos cuantos seguirán pensando que he asumido ingenuamente la defensa de un reo irredimible. Habrá quienes seguirán considerando que José Pedro Varela Berro fue un colaborador de la dictadura; un pedagogo improvisado, autoritario y plagiario; un varón machista y, para colmo, racista.
No fue para convencerlos que escribí esta novela. Ya se han definido y varias veces. Únicamente me ha satisfecho navegar contra su corriente y proponerle a la opinión pública un cauce de interpretación diferente, para que cada lector termine elaborando su propio juicio.
Temo que a los varelianos les disguste ver a su prócer unas cuantas veces en paños menores. Me reprocharán que lo expongo a escabrosidades que no tienen (algunas) respaldo histórico.
Les respondo que el verdadero Varela, el que necesitamos, no fue en vida bronce inerte y herrumbrado, ni un profeta laico que descendió del barco con tres únicos mandamientos pedagógicos esculpidos en piedra. Fue un hombre de carne y hueso y de sangre ardiente, hasta tal punto que el amigo que más lo conoció, Carlos María Ramírez, le puso públicamente el mote de Sacerdote de Venus. Y, sobre todo, fue mucho más que el Reformador de la Educación.?
TOMÁS DE MATTOS
«Preveo que este libro escandalizará o desilusionará, será despreciado o causará escozores varios a unos cuantos lectores, sean tirios o troyanos.
Por desgracia, unos cuantos seguirán pensando que he asumido ingenuamente la defensa de un reo irredimible. Habrá quienes seguirán considerando que José Pedro Varela Berro fue un colaborador de la dictadura; un pedagogo improvisado, autoritario y plagiario; un varón machista y, para colmo, racista.
No fue para convencerlos que escribí esta novela. Ya se han definido y varias veces. Únicamente me ha satisfecho navegar contra su corriente y proponerle a la opinión pública un cauce de interpretación diferente, para que cada lector termine elaborando su propio juicio.
Temo que a los varelianos les disguste ver a su prócer unas cuantas veces en paños menores. Me reprocharán que lo expongo a escabrosidades que no tienen (algunas) respaldo histórico.
Les respondo que el verdadero Varela, el que necesitamos, no fue en vida bronce inerte y herrumbrado, ni un profeta laico que descendió del barco con tres únicos mandamientos pedagógicos esculpidos en piedra. Fue un hombre de carne y hueso y de sangre ardiente, hasta tal punto que el amigo que más lo conoció, Carlos María Ramírez, le puso públicamente el mote de Sacerdote de Venus. Y, sobre todo, fue mucho más que el Reformador de la Educación.?
TOMÁS DE MATTOS