LA MUERTE DE FAVALORO

El 29 de julio de 2000 una noticia paralizo al país Rene Favaloro se pegó un tiro en el corazón y murió en el acto. El estupor inicial fue sucedido por rumores que trataban de echar luz sobre un hecho tan doloroso como inesperado. Se supo que había enviado dramáticas cartas al entonces presidente Fernando De la Rúa y a sus amigos; se revelaron las deudas que el PAMI tenia con la Fundación Favaloro. Sin embargo, las causas precisas del suicidio, sus motivaciones intimas, estaban lejos de la verdad oficial. Esta historia y sus claves, podría decirse, comienzan en 1971, cuando Favaloro era un cardiocirujano que se había consagrado en la Cleveiand Clinic de los Estados Unidos participando en el desarrollo de los bypass. Tenia por delante casi garantizada, una carrera exitosa, tanto en lauros académicos como en dinero. En vez de seguirla, decide volver a la Argentina para concretar su sueño: crear un instituto modelo, donde se pudieran atender, bajo idénticas condiciones de eficiencia, humildes y poderosos. Ese mismo año, Francisco Manrique funda el PAMI, una obra social concebida para dar asistencia a los jubilados. En estas décadas siguientes, mientras ligaba su destino al de los intereses políticos de turno, se convertía en un coloso y seria un codiciado botín de los sucesivos gobiernos. El principio de un ocaso que aun no termina le llegó a mediados del año 2000, cuando es declarada virtualmente en quiebra. No pasó desapercibido que su derrumbe fuera fatalmente contemporáneo de la desaparición de Favaloro.