La herencia. Cultura y atraso

La herencia desmenuza documentos oficiales, testimonios personales y la mejor literatura del Siglo de Oro; descubre las luces y las sombras de la España de Quevedo; se hunde en el mar de la cultura hispanoamericana y vuela con los sueños que la mantienen en permanente estado de delirio. El lector queda advertido: abriendo “La herencia” entrará en una sala de espejos en la cual, confundido, no sabrá cuál de ellos le muestra el original y cuál la copia, cuál la esperanza y cuál la condena, cuál el gigante y cuál el molino. En ese mundo al revés, terminará convencido de que la única base firme para apoyarse es aquella consigna de Calderón de la Barca, cuando, harto de oír tonterías y delirios, le pedía a sus compatriotas un mínimo de coherencia: «fingimos lo que no somos, seamos lo que fingimos». ¿Fingimos realmente ser lo que no somos? ¿Qué importancia ha tenido la herencia cultural para la formación de nuestra actualidad?